De nuevo….

¡Hola!

Pues estoy aquí, de nuevo, de regreso de mi superpuente, seguro que alguno de vosotros también se ha ido…. yo he tenido suerte, o he sido previsora, no sé bien, el caso es que no me he encontrado yo con mucho follón en la carretera, será seguramente porque he elegido tanto a la ida como a la vuelta las horas propicias para que ni nevara ni hiciera  un sol de justicia que, como muestran los últimos estudios científicos, son los que producen los atascos …

¡Qué cosas! parece ser que cada "presi" va a pasar a la "intrahistoria" por una frase dicha a destiempo, ¿ Se acuerda alguien de la de:" hablar catalán en la intimidad"?, ¿ Será que los españoles somos demasiado irónicos y le sacamos punta a todo?. Bueno a lo que iba, que no he tenido demasiados problemas  de tráfico , pero…he de confesar que he estado a punto de fumar un cigarro esta mañana, en la carretera.

He hecho un viaje de unos 450 km y todo ha ido perfectamente hasta a  unos 70 km de mi lugar de destino, en el que se ha producido un atasco(.- la verdad es que no sé muy bien por qué se producen esas aglomeraciones intermitentes  en los que la circulación te obliga a ir cada vez más despacio hasta que paulatinamente empiezas a comprobar que puedes meter marchas más largas y alcanzar la velocidad habitual, desapareciendo así el para mí "misterioso parón" pues no ves, golpes ni controles, absolutamente nada….-)Cuando esto sucede, todos sabemos por experiencia que tienes unos "compañeros momentáneos de viaje" de los que además de saber el color y el modelo de coche que llevan, puedes ver su rostro y lo que hacen.

Y eso es lo que me ha pasado a mí esta mañana, justo en el carril de al lado y a mi misma altura, casi por casualidad, he visto cómo un chico encendía un cigarro y eso, creedme, ha sido suficiente como para desear con todas mis fuerzas fumarme uno; hemos estado parados como cuatro o cinco minutos, no más, y puedo asegurar que en ese tiempo he estado todo el rato decidiendo si bajarme del coche y pedirle un cigarro o aguantarme las ganas , cada vez  más insoportables por fumar. Mientras, el chico saboreaba, disfrutaba, puedo asegurar que disfrutaba, de cada una de las caladas que daba, yo no podía oler físicamente el olor a cigarrillo encendido,es cierto, porque  las ventanillas las llevábamos los dos cerradas…, pero sí, mentalmente  sé que he olido el fortuna o camel que se consumía….  He intentado consolarme con la idea de que se estaba consumiendo claro está, en sus pulmones  pero no sé que extraño mecanismo operaba en mi mente que me daba igual…. Finalmente el chico ha bajado la ventanilla del coche y ha arrojado el cigarro, lo que quedaba de él, a la carrretera.

Puede resultar cursi, lo sé, pero no sé describirlo de una manera más gráfica: mis ojos se han fundido con el asfalto envueltos en el papel humeante del cigarro de la misma forma, imagino que Ulises se sintió atraído por el canto de las sirenas… no, no  hizo falta atarme a ningún árbol, puesto que la interminable fila de coches empezó a caminar ….

Lo he pasado mal, os lo puedo asegurar, muy muy mal y ahora estoy fastidiada por ello ¿ Cómo es posible que tras casi tres meses sin fumar, me haya ocurrido esto? Durante el fin de semana he podido comprobar las ventajas de haberlo dejado: he subido montes, cuestas, a pleno sol y no he sentido que me faltara aire; he estado en el mar, he sentido como mis pulmones estaban mucho más limpios, he olido  el olor característico de Andalucía en primavera y he estado feliz por todo ello… y de repente, en un atasco, en medio de la nada, entre cemento y desconocidos, he sentido la imperiosa necesidad de fumarme un cigarro. ¡No lo entiendo!.

Sé que los síntomas físicos de abstinecia acaban entre los dos meses o los tres como mucho, y a mí solo me falta una semana para cumplirlos…. Es terrible pensar que mi mente sigue aún engañada por el tabaco , aunque no mi cuerpo….

Es difícil, ya se ve, pero eso ya lo sabíamos  ¿verdad?.

 

Recordad que hoy , tal y como dice Sergio, en Telecinco a las 23:45 hay un programa conducido por Mercedes Milá sobre el tabaco.

Besos sin humo para todos.